Cuando en el cielo ves a lo lejos un relámpago, si cuentas “uno, dos, tres…”, los segundos que pasanhasta que oyes el trueno, puedes calcular, multiplicando por 300, la distancia aproximada a que se encuentra la tormenta de ti.
Sin saberlo, estás detectando dos tipos de ondas: una onda electromagnética, la luz del relámpago que vemos, y una onda sonora, el ruido del trueno que oímos. Sin embargo, ambas ondas viajan a velocidades muy diferentes: el trueno lo percibes varios segundos después que el relámpago.
Si lanzamos una piedra a una balsa o un estanque en el que flota un tapón de corcho, vemos que se forman pequeñas olas circulares alrededor del punto donde impacta la piedra contra la superficie del agua, y que el corcho se mueve hacia arriba y hacia abajo (oscila), pero sin desplazarse lateralmente de la posición que ocupaba en un principio, antes de tirar la piedra.
Al impactar la piedra contra la superficie, se produce una perturbación que se transmite por el agua sin que haya desplazamiento lateral, ni del agua, ni del corcho. Tiene lugar un movimientoondulatorio en sentido vertical, formándose las sucesivas crestas y valles de las olas.
Llamamos onda, o movimiento ondulatorio, a la transmisión de una perturbación. En realidad, lo que ocurre cuando se produce una onda es que se transporta energía de un lugar a otro sin que haya transporte de materia. Cuando se produce un terremoto, por ejemplo, la energía que transportan las ondas es tan enorme que puede provocar que se derrumben los edificios o que se abran grandes grietas en el suelo, sin que haya un desplazamiento lateral de tierra de un lugar a otro.
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